Mi querida compañera de camino, estamos predestinadas a tener puntos en común en nuestros partos... nuestros peques vinieron saludando, marcándonos con una cicatriz que sólo nos recuerda su saludo.
Me alegro tanto tantísimo por tí. Me siento tan orgullosa de haber sido testigo de tu transformación. Bravo por tí, mamá y por el papá quecamina junto a tí.
Un abrazo enorme familia, en especial a la Maestra que te enseñó el camino.