Es una pena que estemos entrando en esta batalla entre doulas y matronas, entre buenos y malos.
Yo, por matrona entiendo un profesional que ama, primero, a la mujer; y después, su trabajo. Es verdad, en el sistema público se está extinguiendo; apenas quedan en algunos hospitales, muchas veces pequeños, donde los protocolos actualizados y en pro de la asistencia natural al parto normal no han relegado sus funciones a ser las meras acompañantes del médico.
Pero eso no quiere decir que no existan. Quiere decir que en el sistema público no se les ha dado cabida porque lo que prima es la efectividad a expensas de cualquier indicio de afectivad.
Yo conozco a algunas de esas matronas que aman a las mujeres y su trabajo. También conozco a muchas doulas que lo hacen. La evidencia no habla de que un profesional sea mejor que otro; lo que dicen los estudios es que lo mejor es que la mujer se sienta acompañada. Está bien que exista la figura de la doula para poder desempeñar esa labor cuando el sistema sanitario no permite a la matrona hacerlo.
Pero eso no quiere decir que no existan matronas que lo hagan