Soy comadrona. Parto del dicho "que cada mujer se gaste su dinero como le de la real gana", Quiere una doula? pues que contrate una doula (por favor, eso sí, que pida factura, como a cualquier otro autónomo, y a ser posible que sepa si está pagando un seguro de responsabilidad civil, y que todo esté en regla, que si son tan cotizadas y tienen un trabajo tan importante, han de tenerlo todo bien atado).
No pretendo hacer un ataque hacia las doulas, porque estoy harta, hartísima, de ver volar la vajilla entera de un lado para otro. Acepto "nuestra" parte de culpa. Acepto que hay matronas horribles, que se pasan las recomendaciones de la OMS por el forro, y que la parte empática y emotiva la tienen un poco oxidada. Acepto que hay ginecólogos terroríficos por la misma razón que he comentado para las matronas. Y como lo acepto soy de las matronas que le dice a la mujer "por favor, si te has sentido mal atendida, si crees que en algo no se te ha respetado, acércate a atención al paciente y pon una queja o reclamación". Acepto también que existen matronas maravillosas, que se desviven por las mujeres, que investigan muchísimo para mejorar la asistencia, que fuera de su horario laboral (sin cobrar el extra, y el que quiera entender que entienda) se quedan con la mujer asesorándola, escuchándola, compartiendo emociones (de verdad, no es una quimera, ni algo que sea la excepción). Y como acepto eso, soy de las matronas que dice "por favor, si te has sentido realmente bien atendida, si crees que el trabajo de la matrona ha merecido la pena, ve a atención al paciente y hazlo constar". Porque sí, mujeres, en atención al paciente también se puede dejar constancia por escrito del buen hacer de los sanitarios. Quizá eso sea algo mucho más motivador para los sanitarios que las reclamaciones, y al tema de la crianza mismamente me remito, pues con los niños es mucho más efectivo las alabanzas que los castigos.
Yo he trabajado en bastantes hospitales. Como matrona, segurísimo que tengo mis fallos y muchas cosas que mejorar, pues es imposible ser perfecto en esta vida, pero me considero del segundo grupo de matronas que he expuesto, las que se desviven por dar una buena atención, por escuchar, apoyar y resolver, primero desde el punto de vista emocional (no concibo mi trabajo de comadrona sin esa parte, la esencial) y segundo desde mi formación, conocimiento y seguridad que me dan más de 5 años de formación más la formación continuada. Estoy segura que hay doulas que son un amor, y que asesoran muy bien, como las hay horribles; y de este segundo grupo, por desgracia, es del que he tenido constancia en primera persona, y como matrona que no tiene miedo a que sus competencias le sean arrebatadas, que no tiene miedo a que surja una figura que le complemente, pero que tiene pánico a que las mujeres salgan maltrechas de malos consejos, asesoramientos o incluso malas técnicas, me veo en la obligación moral de actuar y de hacer constar a las mujeres lo que se cuece ahí fuera, y como digo doulas, digo profesoras de yoga que imparten clases de preparación al parto, así como otros profesionales que exceden sus funciones, creo que muy valiosas para la mujer, y sobrepasan ese límite.
Eso en un primer lugar. En un segundo lugar, y continuando con lo que he dicho, he trabajado en muchos hospitales, entre otros, en un IHAN. He estado yo sola únicamente como matrona, y he tenido a mi cargo, y a la vez, a cuatro mujeres de parto, más la parte de urgencias, más la consulta de monitores. He salido muchos días llorando, muchísimos, y fijáos que la primera razón por la que lloraba es porque no podía hacer mi trabajo, porque me sentía una máquina yo y las sentía como máquinas a ellas, porque me sentía mal por no poder dar más de sí con vosotras, porque no tenía tiempo, porque corría más que trabajaba. Y me he pasado noches sin dormir, deseando "por favor, que al menos me vengan de una en una" (completa tontería de pensamiento). Este es el motivo por el que muchas matronas no podemos hacer nuestro trabajo, ese es el motivo principal por el que os encontráis en los paritorios a maquinas deshumanizadas. En Atención Primaria muchas veces pasa lo mismo. Apenas tienes 5 minutos para cada mujer, pareja y bebé.
Sí en lugar de ayudar a que surja de forma paralela una figura que supla esas carencias, hacemos presión entre mujeres y comadronas para que, por ejemplo, se contraten a más matronas y consigamos el tan ansiado “one by one” (aunque me conformo con el one by two mientras que no se sumen urgencias, monitores, cesáreas programas, etc), para que se puedan crear casas de partos, o si por ejemplo, se ayudaran a las matronas emprendedoras que queremos, pero que no tenemos un duro, a trabajar de manera autónoma, como por cierto, muchísimas ya están haciendo, estoy segura, segurísima, que no harían falta doulas tal y como se conciben aquí en España, y espero que si lo que realmente mueve a una doula es el bienestar de las mujeres, eso le parezca una muy buena noticia, y no un ataque gratuito.
Exite la figura de la doula en otros países europeos, y doulas y matronas trabajan conjuntamente. Pero si algo de crítica os puedo hacer, desde el respeto, es que veo que en Europa hacen funciones logísticas que aquí no he visto que ofertéis, quizá porque no es tan bonito como la parte de apoyo emocional; ejemplo: tareas del hogar, compras, etc. Os puedo preguntar por qué, si os amparáis en el trabajo de la doula en otros países sólo ejercéis la mitad del trabajo que hacen ellas?.
Por otra parte, en mi residencia teníamos una asignatura, “historia de las matronas”. Fue una de mis preferidas. En ella estudiamos cual era el papel de la matrona en la antigüedad (por cierto, lo que lucharon, les debemos todo), y entre las técnicas y conocimientos, eran el apoyo de la mujer, eran escucha y consuelo. Una matrona no es sólo técnica, una matrona no es la ayudante de ginecólogo (muchas salimos bien escaldadas de esos encontronazos), una matrona no es una máquina de hacer “ping”, ni de ver tiras de orina, una comadrona es mucho más, otra cosa es que el sistema y vosotras las mujeres, nos apoyéis. En internet pocas veces he oído historias bonitas sobre matronas, todas somos brujas negras, frías, sin sentimientos, sin saber hacer ni saber estar. Me apena, me apena ver tantos años de esfuerzo, tantas ilusiones en nada. Me dio una vez por decirle a una chica que estaba embarazada que si le atendía bien la matrona que lo hiciera constar y su respuesta fue “no tengo por qué decirle eso porque es su trabajo”. Desde entonces no he vuelto a decirle nada de nada sobre su trabajo, bueno, sí, sólo cuando lo hace mal, cuando salgo contenta, intento contenerme, porque, coño, es su trabajo!!!!.
Sin más, espero que doulas, matronas y mujeres lleguemos a un entendimiento, que seguro que con el tiempo lo hacemos.
Por cierto, no sois MIS mujeres, y mucho menos MIS GORDITAS.
Os animo a buscar matronas emprendedoras por vuestras comunidades, que cada vez hay más y probar sus servicios. Creo que no os arrepentiréis. Yo me sigo formando en mi campo y estudiando psicología, para vosotras. Un saludo