Es lamentable que todavía tengamos que aguantar estas situaciones que nos ridiculizan y ya no como embarazada, sino como mujer, se nos siga tratando de ignorantes e inferiores.
Yo también pienso que el cambio empieza por nosotras, por hacer públicas nuestras malas experiencias, por no callarse y hablar, por ser consciente de la importancia en nuestras decisiones, por enfrentarse a este sistema mecanicista, porque cuantas más hablemos, más se tendrá noción de que algo pasa y que hay que cambiar el arcaico sistema de atención al parto en los hospitales. Más mujeres tendremos opción a un parto respetuoso y empezaremos a contar. Mientras adoptemos el papel sumiso de dejarse hacer, nada cambiará, como tú dices, hay que ser leonas y luchar por hacerse respetar, por el parto que se merecen nuestros bebés!
Ánimo y ADELANTE porque tú eres el ejemplo de que sí se puede!!