Yo nací en el año 76 y mi madre siempre cuenta que nací sin llorar, estaba bien pero había sido un parto natural, sin apenas dolor para ella.
Pues tuvo que venir el médico a darme la nalgada para que se me oyera bien...y mi madre tan contenta, en fin, el azote de bienvenida.
Hoy ya no se suele hacer, por suerte, aunque los refregones que se llevan los recién nacidos que no disfrutan el piel con piel, no se los quita nadie.