Una buena idea. Cuando me he acompañado, y atendido a alguna de estas madres, he ofrecido las huellas del pie de su bebé plasmadas en un folio. Algunos padres las han rechazado, otros se han sentido extraños, confundidos, dudando entre aceptarlas o rechazarlas. Recuerdo el caso de una madre a la que le ofrecí la opción de coger un mechón de pelo de su hija y entregárselo. Lo rechazo e incluso se molestó con la idea. Por el contrario, cuando explico a los padres que para elaborar el duelo, es aconsejable y hasta saludable, contar con pequeños recuerdos, se quedan pensativos y al final suelen aceptar esos detalles y hasta agradecerlos. Os felicito por esa iniciativa. El duelo perinatal es difícil de mostrar y más duro aún hacerlo entender a familiares y amigos. Con esta caja de recuerdos será más fácil transitar por esa tristeza. Ojalá y se extendiera al resto de hospitales.