Creo que cada mujer debe tener el derecho de elegir como nacerán sus hijos. Yo elegí una cesarea y creo que fue la mejor decisión que pude haber tomado: pusieron a mi niño en mis brazos, estuvo con padre cuando lo vistieron y le hicieron los controles de rigor, al segundo día estaba caminando por mis propios medios, no tuve que sufrir con los puntos de la episiotomía y ya un año después prácticamente no tengo cicatriz. Cada mujer es un mundo y cada cesarea es diferente y no me siento menos mujer ni menos madre por no haber parido con dolor.