"En todas las profesiones hay profesionales buenos y malos", dices. Y es verdad. Lo que pasa es que en tu profesión abunda lo segundo, y hay un grupo numeroso de ginecólogos que no tienen intención de cambiar. Habrás estado al tanto de las últimas polémicas alrededor de la SEGO (los chistecitos de su revista...), eso NO es anecdótico. En tu profesión abunda la prepotencia y la falta de sensibilidad. Cuando hay tantísimas mujeres que se quejan, que se sienten vejadas y maltratadas, cuando se continúan haciendo rajas aquí y allá en los cuerpos de las madres por rutina o por calendario, y en contra de toda evidencia científica...¿quién es el radical? Porque querer que en nuestro embarazo se siga la Estrategia a la Atención al Parto Normal no es radical, al contrario, es muy triste tener que pelearse para que un colectivo profesional haga su trabajo al nivel que toca.