Qué lindo relato.
En mi parto, cuando se llevaron a mi bebote para observasión, quise levantarme e ir detrás de él, pero el dolor de la herida de la cesárea me lo impidió. Aunque luego me dolió mucho más estar lejos de él, que la cesárea, porque es un dolor que no se me pasó al cabo de los días, y que me ha acompañado hasta hoy mismo.
Entiendo el dolor de tu abuela.