Aparte del dinero, hay ginecólogos y médicos que tienen complejo de dioses. Realmente se creen que saben más y mejor que sus pacientes/usuarios y que tienen derecho a hacer "lo mejor para nosotras". Esto es violencia contra las mujeres, porque anula nuestra capacidad de decidir como adultas sobre nuestros cuerpos, nuestra salud y nuestra vida. Es como si a alguien que está enfermo de cáncer terminal (es solo un ejemplo, no comparo literalmente porque un parto no es una enfermedad) y se niega al tratamiento, entonces lo obliga el médico a pasar por cirugía, quimioterapia y analgesia, por la fuerza y con orden judicial. Esto se consideraría aberrante y violencia contra los derechos humanos, verdad? Pero con las mujeres y sus hijos se hace. Y hay quien lo considera comprensible. Pues no lo es: ni comprensible, ni aceptable.