Ese ambiente del paritorio en mi primer parto, nunca lo olvidaré. Esas miradas huidizas, ese callarse...ese manejar tu sexo y tu mente y no tener nada ni nadie que te tranquilice. Olvidar el objetivo, tu bebé naciendo para poner toda tu atención y terror en esas caras, esas palabras y manejos llenos de ciega indiferencia.
Ninguna mujer más pariendo en cautividad, ningún bebé más en riesgo por hacerle nacer en violencia.
Buen trabajo, hacen falta más encuestas así. Visibilizar lo que todo el mundo, incluso las víctimas, niega es muy difícil pero vosotras lo estáis logrando.