Excelente entrada, me identifico plenamente con el escrito de L.P. y si confirmo que en mi caso fué un camino irremediablemente sin retorno, la maldición del dios 'parirás con dolor' no me llegó, tuve un primer parto hospitalario y un segundo parto -ya informada plenamente de lo que era la violencia obstétrica- en casa natural gozoso y pleno. Este tipo de entradas me hacen tener esperanza en la recuperación del cuerpo de las mujeres, en la recuperación de su sexualidad.