Cuando una de nosotras abre los ojos, ya no hay vuelta atrás.
La OMS reconoce que la situación en muchos centros de salud y paritorios del mundo, deja mucho que desear. Es algo que va más allá de una mala atención, es una cuestión de derechos humanos.
La VIolencia Obstetrica existe y muchas lo hemos sufrido en nuestras carnes y en las de nuestros hijos. Ha llegado el momento de luchar contra ella, de abrir los ojos y los corazones e impedir que se perpetue.
Cuando una de nosotras abre los ojos, ya no hay vuelta atrás.
La OMS reconoce que la situación en muchos centros de salud y paritorios del mundo, deja mucho que desear. Es algo que va más allá de una mala atención, es una cuestión de derechos humanos.
La VIolencia Obstetrica existe y muchas lo hemos sufrido en nuestras carnes y en las de nuestros hijos. Ha llegado el momento de luchar contra ella, de abrir los ojos y los corazones e impedir que se perpetue.