Mi primer cesàrea fue así, hermosa, mi hija en mis brazos, luego con mi marido, al pecho enseguida, la reanimación con ella. La segunda, en otro centro un horror, todo lo deshumanizado posible, no me querían dar a mi bebe, peleaba desde la camilla, lo llevaron solito a incubadora, me dejaron sola en una salita y mi marido no podía tomar al bebe ni estar a mi lado.... espero si hay otro bebé algún día repetir mi primer experiencia, no sólo por mí, en ellos noto gran diferencia. Volveré sin dudas al primer sanatorio más pequeño, menos fama, mucho más humano.