Señoras y señores, en los paritorios españoles se sigue usando la oxitocina con impunidad y descaro.
Si hay matronas que ya se lo piensan, me alegro por las mujeres a las que acompañen, pero mientras, en miles de partos se sigue inyectando oxitocina sin razones médicas, por costumbre, y condenando a muchas mujeres y bebés a partos instrumentalizados y dañinos.
Hablemos claro: si la oxitocina puede provocar sufrimiento fetal, ¿cómo es posible que aun haya profesionales tan alegres que la usen para meter en reloj el parto de las mujeres? ¿eso no es delito? ¿no debería serlo?