Ay, ese "miedo" a lo que pueda pasar y ese "controlar" la situación es lo que nos ha llevado a la terrorífica cascada de medicaciones y protocolos artificiales que no hacen más que entorpecer y peligrar ese momento tan delicado pero tan natural, al mismo tiempo. Y no hay tantas matronas para atender a las muejres en su casa. De hecho, yo doy a la luz en mayo y en Navarra NO hay forma de conseguir una (y la busco desde primeros de diciembre). No me quedará otra que confiar en mi cuerpo, mi doula e intentar ir al hospital para el expulsivo.