En mi caso, en mi primer embarazo empecé con masaje perineal desde la semana 34 y con el epi-no desde la semana 36. El niño venía de nalgas y el parto se me adelantó 10 días. Cuando llegamos al hospital se lo comentamos a la ginecóloga, que nos dijo que al ser parto vaginal de nalgas era bastante difícil que me librara de una episiotomía. Cuando comenzó el expulsivo la ginecóloga me dijo que se notaba mucha elasticidad en el perineo y finalmente no me realizó la episiotomía, y tampoco me desgarré. El expulsivo duró solamente 7 minutos. Yo creo que tanto el masaje perineal como el epino ayudaron al buen resultado del parto y por eso los estoy recomendando.
Saludos
Rebeca