Gracias, Ana, por contarnos esta triste realidad de Brasil. Parece que lo más urgente es educar a los médicos en atender un parto que no sea una operación quirúrgica! En mi país de origen la situación es similar - el parto vaginal es sinónimo de sufrimiento innecesario y quien pueda costearse la operación, acude alegremente a un médico, quien, sin explicar los riesgos, apunta la fecha de la intervención en su calendario, cómoda para ambas partes. Preguntados por la avalancha de cesáreas, los médicos se escudan en el "derecho a decidir" de las mujeres. Allí es donde hace falta mucho trabajo educativo. Espero que en Brasil pronto surja un movimiento de mujeres por la verdad, respeto y derechos para sus embarazos y partos.