A mi misma me pasó en mi primer embarazo al que había estado buscando durante dos años. Fue en una clínica universitaria en Alemania donde diagnosticaron la muerte del embrión y donde nos hicienron presión hasta asentir al legrado. No fui y tuve un hijo sano y maravilloso.
Luego conocí a dos mujeres más con historias parecidas...