No solo en el parto, sino también durante el embarazo. La cosificación y las amenazas. A mí, al negarme a una ecografía en la semana 6 de embarazo me soltó la ginecóloga: "Para qué vienes a la consulta entonces, para hacerme perder el tiempo? Es que quieres que tu hijo se muera?". Aquella eco no aportaba absolutamente nada, por eso me negué, un análisis de sangre había ya aportado toda la información posible, porque como mucho podría dar latido, pero eso no significa nada (hoy hay latido, y mañana a lo mejor no). Y que alguien me explique como una eco en la semana 6 puede salvar un bebé, porque yo no he encontrado absolutamente ninguna prueba científica al respecto. Pues eso, la cosificación, las amenazas, la falta de respeto a las decisiones de una persona adulta al rechazar o aceptar pruebas, cero información y la humillación de ser tratada como una niña pequeña.