Lamento mucho esta experiencia y te doy las gracias por ponerle voz alta y clara a lo que tú sentiste y sufriste, es la única forma de que las conciencias se cambien y con ello, las actuaciones profesionales.
Dices algo que suele suceder: la justificación de los sanitarios, el corporativismo... lo que pasa es que en este tema no se puede permitir que alguien tenga un buen o mal día. De su estado de ánimo no puede depender la salud emocional de una mujer e incluso su vida y la de su bebé.
Lamentablemente frente a estas prácticas nadie puede demostrar que no fueran correctas más que quien las sufre, porque la persona que acompaña a la mujer de parto, normalmente la pareja, no suele tener toda la información o está en un estado de ánimo alterado y es presa fácil de las propuestas, si es que las hay, de quien atiende el parto.
Agradezco tu valentía y ojalá que las cosas cambien para que no sucedan situaciones similiares. Y en caso de que las haya, que las mujeres no tengan miedo a levantar su voz, denunciar y publicar su testimonio.
Te abrazo.