Si la ginecóloga no consideró la cesárea es porque claramente no estaba indicada y tiene riesgos y posibles complicaciones posteriores, porque requiere anestesia epidural y otros fármacos y se expone superficie corporal a posibles infecciones. Una madre no puede decidir qué su hijo nazca por cesárea o por inducción, porque los que saben cómo debe nacer para que su vida y la de la madre no corran peligro son los médicos.
Si la ginecóloga llamó al juez y éste lo autorizó es porque realmente era necesaria esa inducción para no correr riesgos para la vida del niño.