No puedo contener las lágrimas, a pesar de haber puesto todo mi empeño en que ese momento sea MÍO, de MI bebé, de su papá, MI compañero... las cosas no fueron del todo como esperaba, y hoy todavía lloro cada vez que pienso en ese momento.
Que suerte tienen las mujeres que te crucen como su comadrona... Hoy voy convirtiendome en una, algún día sanaré esas heridas y podré acompañar con respeto y apoyo a otras madres.
Solo tenemos que volver, ir al origen