Imagino que no es algo generalizado. Yo he tenido a mi tercer hijo en Alemania y el trato fue genial. No me hicieron tacto vaginal, la matrona me dijo que no era necesario, que cuando estuviese en completa lo notaría y ella lo reconocería. Así fue! De repente noté como el bebé descendió y ganas de pujar, la llamé y no hizo falta exploración, me llevaron corriendo al paritorio. En ningún momento me tocó, únicamente me masajeaba las zona de los riñones (parí de rodillas apoyada en el cabezal de la cama) y tampoco hizo la protección del periné. Sus manos esperaban debajo la salida del bebé. Fue un parto 100% respetado. Mientras estábamos esperando vino un par de veces por si quería tomar un té, necesitaba un calmante, tenía hambre... Y las mamás de mi entorno, han tenido experiencias igual de bonitas.