No estoy en contra de que los estudiantes ( médicos del futuro ) aprendan asistiendo a un parto directo y real, el problema es que los responsables en los hospitales públicos en particular, no le piden permiso a la paciente o su acompañante para hacerlo, y esto me sucedió personalmente, no dominaba el idioma español y era mi primer parto tenía 20 años , no olvidaré nunca esa experiencia, ahora soy madre de tres hijos, pero el primer parto permaneció grabado en mi memoria, porque fui sufrí racismo y mal trato en el hospital universitario Gregorio Marañón de Madrid, además de la asistencia de muchos estudiantes a la sala de parto sin mi conocimiento ni mi permiso , recuerdo cómo se reían sarcásticamente y hacían comportamientos infantiles que estaban lejos del profesionalismo y la seriedad