Bueno, bueno, eso de que no hay consecuencias es relativo, ya que toda circunstancia en torno al embarazo y al parto deja huella en el bebé y determina muchas actitudes y rasgos psicológicos en la persona. Por otro lado está el daño infligido a la madre, a quien se dejó inconsciente en semejante momento, dejándole claro que allí estaba de adorno. Curiosamente, nada más leer el primer artículo sobre esta práctica, de la que hasta ese momento no tenía ni idea, una amiga me participó la pena de su madre, que más de cuarenta años después, aún sufre porque no le dejaron parir a su segundo hijo, la dejaron inconsciente según entró. Así que, si lo que quieren es tranquilizar sobre posibles secuelas físicas fruto de dicha práctica, vale, que de las psicológicas y emocionales ya se ocuparán las víctimas en algún momento de su vida adulta.