Anabel era de esas personas con una energía que te transforma. Desde el primer contacto con ella supe que era la matrona que quería que asistiera el parto de mi hija, sin lugar a dudas. He aprendido tanto con ella... Eternamente agradecida, no solo por mi parto, sino por su servicio la vida, a las mujeres, a las criaturas, al cambio posible, por todos los cuidados prestados a lo largo de su valiosa vida... GRACIAS ✨