Con profundo dolor Anabel te despido por aquí.
Ate diste el parto de nuestra primera hija e hiciste que esa experiencia fuera MARAVILLOSA, tu presencia silenciosa, tu experiencia y seguridad, han hecho de ese momento un recuerdo al que vuelvo a menudo y me llena de fortaleza.
Gracias Anabel por darnos la posibilidad de vivir nuestros partos salvajemente, naturalmente...
Con un dolor profundo me quedo y dónde quiera que esté s la luz te acompañe.