Querida Anabel:
cuántas emociones y recuerdos contigo y con Paca. Qué gran lujo haber compartido con vosotras la experiencia más intensa y alucinante de mi vida en la intimidad de nuestra casa. Qué paciencia, profesionalidad, cariño y todo ese respeto, respeto, respeto... gracias, gracias, gracias.