Qué gran mujer, matrona y amiga. Nunca olvidaré el día que te conocí en Cityyoga, embarazada de mi segunda hija y en busca de otro tipo de parto. Nos ayudaste a traer al mundo a Milena en una madrugada llena de emociones. Siempre estarás en nuestros corazones. Un fuerte abrazo para Itaru y los maravillosos hijos que tuvo.