Precioso texto, que hace justicia a la mujer sabia, fuerte y pionera que fue Beverly. Para mí, una suerte haberla conocido, y una fuente de inspiración constante, cada vez que tuve la suerte de coincidir.
Yo también quiero ser como ella.
Gracias Angela, por poner palabras tan bellas a la despedida de esta gran mujer.
Descana en paz.