Es curioso cómo aquí se llega a considerar "ofensivo" de tan íntimo, y por ejemplo en Marruecos, donde hay muchos tabúes sexuales no sólo es natural sino muy aplaudido.
Estando allí me sacaba la teta cada vez que mi hijo lo requería, y, muchos hombres se acercaban incluso a tocar la cabeza del niño, algo que a mí me violentaba al principio, pero a lo que me terminé acostumbrando.
Sin embargo, sentí su desaprobación y malas caras cuando yo vestía pantalones cortos o mostraba mis piernas. Porque eso, para ellos no ofrece ningún bien a nadie. La teta sí.
Todas las culturas tienen sus escollos a solventar, y aquí estamos nosotras (y nuestras tetas) para avanzar.
Alimentar a nuestros hijos no sólo no es ofensivo; es necesario, es hermoso, es natural ¡y hasta estético!