En primer lugar quiero darte las gracias por todo el bien que haces y todo el dolor y sufrimiento innecesario que evitas a madres y bebés, ojalá me hubiera atendido alguien como tú en primer parto. Como me suena todo eso que me cuentas: no sé cómo conseguí parir sin epidural en mi primer parto que fue vaginal pero de natural tuvo muy poco... Mi parto y el nacimiento de mi hija fueron traumáticos, el posparto de película de terror y un año después aún tenía secuelas físicas y psicológicas, cuatro años después sigo sin entender porqué me hicieron todo lo que me hicieron... Aunque tuve que oír una y otra vez eso de "¿Y qué esperabas? Un parto es así" o "Si ha sido un parto natural ¿de qué te quejas?" y también "Lo importante es que ha salido todo bien"... Sí, gracias a dios salió todo bien en el sentido de que ese día mi ángel de la guarda hacía horas extra y no me mataron, pero estar viva no es sinónimo de estar bien... Y es que socialmente en España llevamos muchas décadas pariendo y naciendo en unas condiciones lamentables y socialmente tenemos el cerebro muy lavado además de ser muy bien amaestradas en esos cursos de maternidad y en esas revistas para padres que compramos las embarazadas y donde a los fórceps se les llama "una ayudita para nacer"...
Por eso gracias por jugarte el tipo con el personal sanitario y con las familias y luchar desde dentro por un parto respetado y un nacimiento digno, entiendo que estés asqueada y que no sepas qué dirección tomar. En tu caso veo tres opciones: volver a Reino Unido para poder trabajar sin traicionar tus principios, quedarte en España e irte a un hospital dónde el protocolo sea por el parto "normal" y por lo tanto respetado, o bien seguir dónde estás haciendo tanto bien a pesar de jugártela a diario... Pero convertirte en otra matrona más de la "vieja escuela" no por favor que de esas ya tenemos muchas y una vez que un@ emprende la senda del sentido común ya no hay vuelta atrás.