Hola matrona anónima. Está muy detallado tu relato en diferentes situaciones, me parece bastante ejemplificador. Soy matrona formada en Chile, y la gracia de nuestra formación está en que vemos el amplio abanico de posibilidades para desempeñar nuestro rol con las pacientes. Llegué a trabajar a España en julio de 2009, y la verdad es que concuerdo contigo, en que muchas veces las mismas pacientes y parejas piden que te pongas intervencionista. Trabajando en una clínica privada caes en el cliché de "el cliente siempre tiene la razón", por lo cual muchas veces tanto los médicos con sus pacientes privadas como las mismas, quieren dominar su parto... o piden cesárea, derechamente. Yo no me hago problema con eso, porque hay libre elección en lo que quieran, España es tan democrático en eso, y temeroso de las demandas. Entonces ¿qué me queda? Trabajar y acompañar a las parejas suceptibles de recibir tu ayuda. Lamentablemente nunca he asistido un parto en otra posición que no sea la de litotomía, porque el paritorio está diseñado así. Pero sí potenciamos los trabajos de parto con alivio de dolor mediante mecanismos físicos: pelota fitness, masajes en la espalda, acompañamiento de la pareja (son pocos los que realmente se involucran con su mujer y como padres). Siempre frenamos un poco las inducciones innecesarias, que muchas veces terminan en cesáreas, pero son decisiones médicas y económicas que no podemos quebrar. La amniorrexis temprana es una realidad en este paritorio, pero es así como se inician las inducciones aquí, partiendo con muy pocas posibilidades obstétricas. Yo no practico la episiotomía de rutina, lo valoro adecuadamente con la coronación de la cabeza, pero los ginecólogos son realmente unos carniceros, y destrozan el suelo pélvico. Se podrían hacer más partos en diferentes posiciones... sí, se podrían, pero deberíamos tener más matronas trabajando. El sistema hace que caigas en la mala praxis. Ánimooo!!