He barajado todas las posibilidades, ¿o qué te crees? y no por un momento, sino durante muchos años. Tu punto débil, como el de tantos profesionales que nos "atienden" en nuestros partos, es que minusvaloras a las mujeres, a las que presentan planes de parto o a las que se quejan de sus innecesarias, a las que no quieren epidural... No lo hagas. Mejor que tratar de entender la percepción de la realidad de gente a la que no conoces, deberías hacer una valoración objetiva de tu propia percepción de la realidad. ¿eres madre? Pues puedes empezar por tu propio parto. Eso sí, hay que echarle huevos, desde ya te aviso.
¿Agradecimiento? A mí el síndrome de Estocolmo se me pasó hace tiempo, quizás para mi desdicha, que en la ignorancia a veces se vive mejor.
Triste, sí, tristísimo. Díselo a mi segunda hija. 50 días en la UCIN.