Estimada ginecóloga,
Las historias de terror no nos las inventamos desde un PC, para fastidiar.
Nuestra asociación tan sólo da voz a muchas mujeres, que encuentran aquí un lugar en el que no van a ser juzgadas, ni puestas en duda después de contar cómo se sintieron en sus partos.
Y sí, hay partos (demasiados) que son auténticas historias de terror. También tenemos entre nuestros relatos muchísimos partos que son vividos como maravillosos.
La realidad es la que es. Se sepa o no, lo conozca la sociedad o no.
Lo que ocurre es que ahora se conoce, se comparte, internet ha dado la posibilidad de sacar a la luz el dolor de tantas y tantas mujeres que antes no tenían posibilidad de encontrarse y compartir.
Ahora sí, ahora podemos saber, leer, compartir cómo se atienden partos aquí o allá, y cómo viven las mujeres los partos. ahora sabemos que un 30% de cesáreas en tal hospital es inaceptable, o que la medicalización de tantos partos por rutina es mala praxis.
Y eso pone en evidencia muchas cosas, lo entendemos.
Generalmente, los hospitales que atienden según los protocolos actualizados, no se quejan de recibir mujeres aterradas, sino que se alegran de atender a mujeres informadas.
De todos modos, la buena noticia es que la receta para dejar de atender a mujeres aterradas es sencillísima: actualizar los protocolos, infiormar con veracidad, incluir a la mujer en el centro de la toma de decisiones, leerse y aplicar la Estrategia de Atención al Parto Normal, cuestionarse si puede mejorar alguna de las prácticas del lejano siglo XX, no programar partos ni cesáreas sin indicación médica, mantener al bebé juntoa su mamá siempre tras el parto, avanzar en la línea de mejorar la seguridad, la experiencia y la salud de las mujeres, los bebés. Implementar pequeños cambios, vencer la resistencia a ese cambio, mirar a la mujer de parto y sentirse equipo... es el mejor antídoto para que las consultas se vacíen de mujeres aterradas, y se llenes de mujeres y parejas confiadas.
Supone además una mejora enorme para el profesional, que vuelve a llenar de sentido su trabajo.
Mientras tanto, El parto es Nuestro seguirá haciendo de espejo, de foco ante tantas y tantas situaciones de violencia y de yatrogenia.
Atentamente
Marta Parra, presidenta de El Parto es Nuestro