Paula (unverified)
5 Abr 2010
Nos meten miedo. Esa es la gran frase. ¿Para qué? Para tenernos bajo su poder. Suena fuerte, pero es muy simple. Nos meten miedo por engordar o no engordar lo suficiente. Nos meten miedo cuando después de una bronca nos toman la tensión y claro, "está un poco alta"... ¿cómo no va a estarlo si estoy sulfurada, roja de rabia, amedrentada y/o con ganas de estamparte la báscula y el tensiómetro en esa cara arrogante y paternalista? Nos meten miedo con el azucar, con las caderas, con la miopía, con las anteriores cesáreas, con el temaño del niño, con la placenta, con el líquido amniótico, con la lactancia... Y una, que es mujer, que ha llegado hasta aquí engendrando vida, que es poderosa ya sólo por eso, se convierte en una niñita con miedos, una mujercita incapaz de creer que todo va a salir bien... Algunas tienen la suerte de encontrarse en su camino con buenos profesionales, que fomentan su poder, que no intimidan con augurios catastróficos sobre partos largos, niños grandes, cesáreas seguras... profesionales que miran a los ojos y escuchan las peticiones, los deseos de estas mujeres... que luchan codo con codo con ella para que el bebé que va a nacer tenga un nacimiento digno... Desde aquí mi agradecimiento a esos profesionales que empoderan a las mujeres... ojalá seais un espejo para vuestros compañeros.