Totalmente de acuerdo, Nuria. Amamantar ahorra muchísimo dinero, no sólo con los biberones y leches, sino después, con la alimentación complementaria, pues teniendo como base la leche materna, se pueden ir introduciendo lentamente alimentos prácticamente de la comida de los adultos, sin tener que gastar casi en batidoras, hervidoras, potitos o papillas.
La médico de mi hija (que amamantó a sus 4 hijos varios años) siempre dice que los niños largamente amamantados pasan del pecho al bocata de tortilla y al filete :)
Con mi hija lo cierto es que también ha sido fácil y nada caro alimentarla.
Sobre los otros capítulos de gastos para el bebé también coincido: pueden variar muchísimo dependiendo del estilo de vida. A mi me dijeron que el mueble-bañera, la trona, la secadora, el esterilizador-calentador de bibes, la minicuna, el columpio, etc eran imprescindibles. Pensé, bueno, ya los compraré después si me hacen falta, y la verdad es que pude vivir perfectamente sin tanto trasto.