Mi hija nacio por cesarea programada. 2 días después comprobe que tenia una herida en su cabeza. La pediatra del hospital me dijo que era de los fórceps. Ni siquiera sabía que los habian usado. "La niña estaba tan alta que tuvieron que entrar a por ella". En la revisión de los 3 meses le pregunté a su pediatra si la cicatriz de los fórceps desapareceria en algún momento.
"¿Era una herida abierta?"
"Si"
"No fueron forceps, a tu hija la cortaron con el bisturí"
Entendí en ese preciso instant, porque mi hija chilló dentro de mi vientre. Porque "tuvieron que entrar a por ella". Cuando hablo con otras madres sobre los riesgos de la cesárea, siempre incluyo ese 2% que reconocen los ginecólogos españoles de laceraciones al feto. Todas se sorprenden y entonces llamo a mi hija y les enseño su cicatriz.