Yo busqué un parto respetado y cuando se enteraron mis suegros de lo que costaba, intentaron a toda costa que me hiciera un seguro para que me lo costeara.
Si no lo hubiera tenido tan claro, con mis padres y mi marido de mi lado, seguramente hubiese acabado acudiendo al menos malo de los tocólogos del listín de dicha aseguradora.
Yo os animo a que no os minusvaloréis y si mientras las cosas cambian y haya que pagar este dinero por un parto humano, y podáis pagarlo, que nadie os convenza de que es tirar el dinero.