Yo tampoco entiendo cual es el interés oculto que se esconde en la negativa de los ginecólogos que los partos normales los atiendan las comadronas.
Pero ojo no nos dejemos engañar por la palabra comadrona, comadre, amiga.
No quiero una comadrona que me obligue a tumbarme, no quiero una comadrona que me meta oxitocina, no quiero una comadrona que no me respete, no quiero una comadrona que tenga prisa y decida que mi hijo tiene que salir ya porqué su turno se acaba.
La mala atención del parto en este país, no se soluciona con un cambio de poderes, si ese cambio no significa un cambio de visión.