Me gusta el análisis y me hacen pensar las preguntas... No sé, tal vez somos las mujeres (y, en especial, las madres) las que nos hemos dado cuenta primero de que un mundo en el que prima el dinero sobre las personas no nos atrae. ¿Por qué nadie se plantea que lo que está mal puede ser el sistema?
Además, ¿por qué hay que elegir entre una cosa y otra? O eres madre superdedicada o te desarrollas profesionalmente al máximo. ¿Por qué no cambiamos el planteamiento? Podríamos dar bajas maternales más largas, de entre 1 año y 3 como en los países nórdicos, y dejar que las madres eduquen con plena libertad y amor a sus hijos, para después poder volver a sus trabajos y seguir siendo las estupendas profesionales que son...
Creo que han cambiado muchas cosas desde los inicios del feminismo y entre esas cosas se encuentra la "maternidad consciente". Y la verdad, como educadora social me alegro, porque los niños con mayor atención (¡ojo! He dicho atención, no estoy hablando de estilos educativos parentales: autoritario, permisivo...) son niños que a la largan crean muchos menos conflictos.
¿No había un manifiesto que se podía firmar para estar más tiempo con los hijos?