Creo que este tipo de acciones no deben ser aisladas, sino normalizadas. Los niños deben aprender de dónde y cómo llegan al mundo. Es tan importante como otras materias que se imparten en los colegios, pero a diferencia de éstas, esto les aporta una buena dosis de humanidad. Cuántos ginecólogos y personal que atiende en los partos, obrarían más humana y dignamente, de haber sido educados por quienes tienen el poder de dar vida y no solo por universidades....
La base para una sociedad verdaderamente humana está en cómo tratamos a los más jóvenes.
Bravo por el proyecto!!!
Mónica Rebollo.