Vaya y yo que creía que era la única... Sí, yo también me sentí en mi primer parto violada en cuerpo y alma y el primer cumpleaños fue revivir aquello pero también coger fuerza para salir del agujero en el que me metieron... El segundo cumpleaños lo celebré con otra hija dentro y con la convicción que esta vez todo sería distinto para mí y para ella y lo fue. En el primer cumpleaños de mi segunda hija me desperté rememorando la experiencia fantástica que fue parirla y mientras cantaba el cumpleaños feliz y soplaba la vela tuve ganas de llorar pero de alegría. ánimo a todas, se sale del túnel, la herida se cierra y se cicatriza, aunque a veces sigue doliendo: cuatro años después aún a veces me pregunto por qué tanto dolor y sufrimiento innecesario para mí y para mi primera hija...