Este año ha sido el primer aniversario de mi primer hijo... y si bien no tengo conciencia de que fuera un parto traumático, sí que ciertamente fue un parto NADA respetado. Y como dije en mi blog, me trajo muchos recuerdo agridulces, cuando se marchó todo el mundo tuve mi rato de sentarme a ver las fotos de entonces, y llorar. Obviamente que recordar el primer instante que vi a mi hijo me hace feliz. Pero recordar el trato, y sobre todo muchos comentarios, nada afortunados, de sanitarios y familiares me hace sentir igual de humillada y desdichada que entonces. Tengo grabado a fuego el 'ahí no hay leche' del segundo día del hospital. Y guardo una pizca de rencor que cada vez puedo disimular menos. Me da mucha pensar que cada cumpleaños de mi hijo no voy a poder evitar recordar aquel sentimiento...