A mí no me hizo falta estar de parto para que me castigasen por no bajarme las bragas. Estaba de sólo 8 semanas, pero tenía unos dolores musculares que me dejaban sin fuerzas literalmente. Me había hecho control ecográfico por mi ginecóloga el día anterior, al siguiente me fui al Puerta del Hierro y me derivaron a ginecología, pese a que yo insistí en que me derivasen a neurología. Una vez dentro de la consulta, la doctora dijo que me desnudase de cintura para abajo y me tumbase, sin saber siquiera el motivo de mi consulta (no dio tiempo material a que leyese la nota del bedel). Le dije que si era para una ecografía que no quería porque me la había hecho el día anterior. Tuvimos unos pocos dimes y diretes educados y acabo con un "bueno, no puedo obligarte a que te hagas una ecografía, así que vuelve a la sala de espera que te llamarán". Allí estuve cerca de 4 horas entre pasillos, preguntando, nadie me quiso atender, en cuanto leían la notita que había redactado la ginecóloga y habían puesto en la bandeja (yo no la pude leer) nadie me quiso atender y pasaron a todos delante de mí. Tuve que irme de aburrimiento y cansancio, calor y humillación.