Tras dos lactancias anteriores muy dolorosas y complicadas, total ignorancia de los médicos que en una ocasión me retuvieron cinco horas en urgencias separada de mi bebé de sólo quince días, para después decirme que no podían hacer nada... por fin mi estupenda matrona me derivó a Juan Miguel en mi tercer embarazo. Cierto que está muy ocupado, también que es la persona que más rápido habla y más información transmite en menos tiempo... un tipo humilde, agradable, cercano. Y su maravilloso equipo dedicado a este proyecto, que siempre tienen un momento para atenderte y ayudarte.
El tratamiento con probióticos y el líquido para cicatrizar las grietas en mi caso, aunque no de manera radical, está dando resultado. Ya no grito cuando mi bebé se engancha, las grietas dejaron de sangrar y cerraron, a ratos puedo dar de mamar sin molestias intensas, y no me causa angustia pensar en la siguiente toma, lo que hubiera sido un sueño en las dos ocasiones anteriores, en las que no tuve más remedio que aguantar y aguantar. Lo peor no era el dolor, sino la incomprensión de familiares y amigos, que insistían en que lo dejara, y el desconocimiento de los médicos que me trataban incluso como si me lo inventara.
No se si me curará del todo, pero el simple hecho de atenderme, escucharme y darme esperanzas, tiene un valor indiscutible. Ojalá sus estudios acaben en un protocolo a aplicar a todas las madres y nadie más tenga que pasar por lo que muchas hemos pasado!!
¡¡Gracias, Juan Miguel!!