Kitty, con todo cariño y respeto: Tu marido puede sentirse feliz de mil maneras con su bebé: cargándolo, durmiéndolo, dándole masajes, bañándolo, vistiéndolo, cambiándolo, cantándole, paseándolo... y a partir de los 6 meses también dándole otro tipo de alimentos.
Sacrificar la mejor alimentación posible para el bebé (no hay comparación posible entre la leche materna y la leche artificial) solo porque el padre pueda participar, no sólo es egoísta (un placer para el papá que afecta la salud del bebé) sino también es absurdo.
Hay ya suficientes razones por las que las lactancias fracasan: partos difíciles, separaciones innecesarias, mamás deprimidas, mamás que sienten "rechazo" hacia el acto de amamantar, familias mal informadas (que piensan que es lo mismo la leche materna que la de un bote), presiones familiares y sociales, etc...
La leche de fórmula (eso que tú llamas "la ciencia") sirve para casos en que sea imposible amamantar, pero nunca sustituye ni de lejos todas las bondades de la leche materna.
Te invito a que te informes mejor, y a que si puedes, antes de que nazca tu hijo, revises ese sistema de prioridades.
Abrazos!