Para mi el problema va mas allá. En la primera visita de embarazo, dejas de ser una adulta para convertirte en una menor de edad o una incapacitada mental. Se supone que debido al echo de estar gestando, tu cerebro no funciona igual y no lo hará nunca (solo hay que asistir a algunas visitas al pediatra). Solo tienen que mencionar a nuestros hijos para que aceptemos cualquier situación como corderitos. Tantas antes que nosotras (incluidas nosotras mismas) han aceptado su papel de obedientes, sufridas y sacrificadas que ya no saben atender de otra forma. A este tipo de profesionales es muy difícil cambiarlos.