confieso que me sigue pareciendo extraña la lactancia no interrumpida (me gusta la expresión) pero en el fondo se que solo se trata de otro tipo de hábito producido por lo que me rodea (que ya probó en multitud de ocasiones no ser siempre lo mejor...)
en fin, nunca daré la teta, pero lo que parece claro es que guiarse uno mismo por sensaciones puede ayudar a reconducir hábitos adquiridos, por no se sabe que razón, hacia algo más natural.
gracias por compartir!